G+D lanza una nueva tarjeta de pago con código de seguridad dinámico
La empresa G+D (Giesecke+Devrient), líder en soluciones de seguridad y pagos, ha presentado una innovadora tarjeta de pago que incorpora un código de seguridad dinámico, revolucionando el estándar actual de códigos CVV estáticos. Esta tecnología busca mitigar los riesgos asociados al fraude en transacciones online, donde los códigos fijos son vulnerables a ataques como el skimming o el phishing.
Tecnología detrás del código dinámico
A diferencia de las tarjetas tradicionales, que muestran un CVV estático impreso en el reverso, la nueva solución de G+D integra una pantalla miniaturizada en la tarjeta que genera un código de seguridad único para cada transacción. Este código se actualiza periódicamente mediante un algoritmo criptográfico seguro, similar a los sistemas de autenticación de dos factores (2FA) basados en tiempo (TOTP).
- Algoritmo AES-256: Proporciona cifrado robusto para la generación de códigos.
- Batería de larga duración: Hasta 3 años de autonomía gracias a tecnología de bajo consumo.
- Resistencia física: Diseñada para soportar condiciones cotidianas como flexión o exposición a líquidos.
Beneficios en ciberseguridad
Esta innovación aborda vulnerabilidades críticas en el ecosistema de pagos digitales:
- Mitigación del fraude CNP (Card Not Present): Al ser único por transacción, el código pierde validez después de su uso.
- Protección contra bases de datos comprometidas: Inutiliza ataques basados en filtraciones masivas de datos.
- Compatibilidad con infraestructura existente: No requiere modificaciones en los sistemas de los comercios.
Implicaciones para el sector financiero
La adopción de esta tecnología podría significar un cambio paradigmático en la seguridad de pagos:
- Reducción de reclamaciones por fraude: Estimaciones preliminares sugieren una disminución del 60-70% en incidentes.
- Cumplimiento normativo: Alinea con regulaciones como PSD2 reforzando la autenticación fuerte (SCA).
- Experiencia de usuario: Elimina la necesidad de dispositivos secundarios para autenticación.
Este desarrollo marca un hito en la evolución de los instrumentos de pago físicos, combinando seguridad avanzada con practicidad. Su implementación a gran escala dependerá de factores como coste de producción y adopción por parte de emisores de tarjetas.