España Define Hoja de Ruta para el Apagado de Redes 2G y 3G: Análisis Técnico y de Ciberseguridad
Introducción al Proceso de Transición en las Redes Móviles
En el contexto de la evolución de las telecomunicaciones, España ha establecido una hoja de ruta clara para el apagado progresivo de las redes 2G y 3G, marcando un hito en la modernización de su infraestructura digital. Esta iniciativa, impulsada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, busca optimizar el uso del espectro radioeléctrico y potenciar el despliegue de tecnologías 4G y 5G. El proceso no solo implica la liberación de frecuencias para aplicaciones más eficientes, sino que también aborda vulnerabilidades inherentes a las generaciones anteriores de redes móviles, fortaleciendo así la ciberseguridad nacional.
Las redes 2G, basadas en el estándar GSM (Global System for Mobile Communications) definido por el 3GPP (3rd Generation Partnership Project), y las 3G, fundamentadas en UMTS (Universal Mobile Telecommunications System), han sido pilares de la conectividad durante décadas. Sin embargo, su obsolescencia técnica las convierte en vectores de riesgo en un panorama donde las amenazas cibernéticas evolucionan rápidamente. La hoja de ruta española, alineada con directivas europeas como el Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas, establece plazos específicos para mitigar estos riesgos y facilitar la migración de usuarios y dispositivos.
Contexto Técnico de las Redes 2G y 3G
La red 2G, introducida en la década de 1990, representa la primera generación digital de telefonía móvil. Utiliza modulación digital como GMSK (Gaussian Minimum Shift Keying) y opera en bandas de frecuencia como 900 MHz y 1800 MHz en Europa. Sus protocolos principales incluyen el TDMA (Time Division Multiple Access) para el acceso múltiple, con velocidades de datos limitadas a 9.6 kbps en GPRS (General Packet Radio Service) y hasta 171 kbps en EDGE (Enhanced Data rates for GSM Evolution). Desde el punto de vista de la seguridad, el 2G depende del protocolo SS7 (Signaling System No. 7) para la señalización, que carece de mecanismos de autenticación robustos, permitiendo ataques como la intercepción de llamadas y mensajes a través de falsificación de identidades.
Por su parte, la red 3G, estandarizada bajo Release 99 del 3GPP, introduce WCDMA (Wideband Code Division Multiple Access) y velocidades de hasta 2 Mbps en HSPA (High-Speed Packet Access). Opera en bandas como 2100 MHz y soporta servicios multimedia mediante IMS (IP Multimedia Subsystem). Aunque mejora la encriptación con algoritmos como A5/3 para el aire y KASUMI para la integridad, persisten vulnerabilidades en el plano de control, como exploits en el protocolo MAP (Mobile Application Part) derivado de SS7. Estas debilidades han sido explotadas en incidentes globales, destacando la necesidad de su desactivación para reducir la superficie de ataque.
En España, el despliegue histórico de estas redes ha cubierto más del 99% de la población, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). No obstante, con la penetración de smartphones compatibles con 4G superando el 90%, el mantenimiento de 2G y 3G genera ineficiencias espectrales y costos operativos elevados para los operadores como Telefónica, Vodafone y Orange.
Detalles de la Hoja de Ruta para el Apagado
La hoja de ruta aprobada por el Gobierno español establece un cronograma escalonado para el cese de operaciones en 2G y 3G, coordinado con la Unión Europea para armonizar el espectro. Para la red 2G, el apagado se iniciará en 2024 en áreas urbanas de alta densidad, con una finalización nacional prevista para finales de 2026. Esto liberará bandas como la de 900 MHz, reasignables a 4G LTE (Long Term Evolution) bajo el estándar Release 15 del 3GPP.
En cuanto a la 3G, el proceso será más acelerado: el cese de servicios de datos se producirá en 2025, seguido del apagado completo de voz y señalización en 2027. Los operadores deben garantizar la refarming del espectro, es decir, la reutilización de frecuencias para tecnologías superiores sin interrupciones en el servicio. Esta estrategia incluye pruebas piloto en regiones como Cataluña y Andalucía, donde se evaluará el impacto en la cobertura rural.
Desde una perspectiva técnica, el apagado requiere la actualización de estaciones base (BTS para 2G y NodeB para 3G) a eNodeB para 4G y gNodeB para 5G. Esto implica migraciones de backhaul de fibra óptica y protocolos como S1-AP (S1 Application Protocol) para la interfaz entre red y core. Además, se deben implementar mecanismos de fallback, como VoLTE (Voice over LTE), para asegurar la continuidad de llamadas de voz durante la transición.
- 2024: Inicio del apagado selectivo de 2G en zonas urbanas; pruebas de refarming en 900 MHz.
- 2025: Cese de datos 3G; migración obligatoria de servicios HSPA a LTE.
- 2026: Apagado total de 2G; liberación de espectro para IoT NB-IoT (Narrowband IoT).
- 2027: Finalización de 3G; enfoque en despliegue 5G standalone.
Esta hoja de ruta se alinea con recomendaciones de la GSMA (GSM Association), que promueve el “Sunset 2G/3G” global para 2030, pero España acelera el proceso para cumplir con objetivos de digitalización del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
Implicaciones para la Ciberseguridad
El apagado de redes 2G y 3G representa un avance significativo en la ciberseguridad, al eliminar vectores de ataque obsoletos. Las redes 2G son particularmente vulnerables a ataques de denegación de servicio (DoS) mediante inundación de señales en el canal de control, y a la suplantación de IMSI (International Mobile Subscriber Identity) usando tarjetas SIM falsas. En 3G, aunque se introduce autenticación mutua basada en AKA (Authentication and Key Agreement), fallos en la implementación permiten downgrade attacks, donde un dispositivo es forzado a retroceder a 2G para explotar sus debilidades.
Estudios del ENISA (European Union Agency for Cybersecurity) destacan que el 70% de las brechas en telecomunicaciones involucran protocolos heredados como SS7 y Diameter (usado en 4G pero vulnerable si no se segmenta). El apagado reducirá estos riesgos al forzar el uso de 4G/5G, que incorporan encriptación end-to-end con AES-128/256 y autenticación basada en EPS-AKA (Evolved Packet System AKA). Además, el 5G introduce SUCI (Subscription Concealed Identifier) para ocultar el IMSI permanente, mitigando rastreo pasivo.
Operativamente, los operadores deben realizar auditorías de seguridad en sus redes core, implementando firewalls de señalización como los basados en Diameter Edge Agent (DEA) y herramientas de monitoreo SIEM (Security Information and Event Management) integradas con OSS (Operations Support Systems). En España, la CNMC supervisará el cumplimiento, exigiendo reportes de vulnerabilidades bajo el Esquema Nacional de Seguridad (ENS).
Entre los riesgos durante la transición, se encuentran ataques de jamming en frecuencias liberadas, que podrían interferir con el despliegue 5G. Para contrarrestarlos, se recomiendan sistemas de detección de espectro basados en IA, utilizando machine learning para identificar anomalías en patrones de tráfico RF (Radio Frequency).
Transición a Redes 4G y 5G: Aspectos Técnicos
La migración a 4G LTE implica la adopción de OFDMA (Orthogonal Frequency Division Multiple Access) para el downlink y SC-FDMA (Single Carrier FDMA) para el uplink, ofreciendo latencias inferiores a 10 ms y velocidades de hasta 1 Gbps. En España, el espectro liberado de 2G/3G se destinará a bandas como 700 MHz para cobertura amplia y 3.5 GHz para capacidad urbana, conforme al plan de subastas de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones.
El 5G, bajo Release 16 del 3GPP, introduce NR (New Radio) con beamforming masivo MIMO (Multiple Input Multiple Output) y slicing de red para segmentación virtual. Esto permite QoS (Quality of Service) diferenciada para aplicaciones críticas, como eMBB (enhanced Mobile Broadband), URLLC (Ultra-Reliable Low Latency Communications) y mMTC (massive Machine Type Communications). La hoja de ruta española prioriza el 5G SA (Standalone) para 2027, requiriendo actualizaciones en el core network a 5GC (5G Core) basado en arquitectura de servicios SBA (Service-Based Architecture).
Técnicamente, la transición involucra la integración de SDN (Software-Defined Networking) y NFV (Network Function Virtualization) para virtualizar funciones como MME (Mobility Management Entity) en VNFs (Virtual Network Functions). Esto reduce costos y mejora la escalabilidad, pero exige pruebas de interoperabilidad bajo TTCN-3 (Testing and Test Control Notation) para evitar fallos en handovers entre 4G y 5G.
Impacto en Dispositivos IoT y Comunicaciones M2M
Las redes 2G y 3G han sido ampliamente utilizadas para IoT (Internet of Things) y M2M (Machine-to-Machine), especialmente en aplicaciones de bajo ancho de banda como medidores inteligentes y seguimiento de activos. El apagado obligará a la actualización de módulos como los basados en EC25 (Quectel) o SIM800, migrando a LTE-M (LTE for Machines) o NB-IoT, estandarizados en Release 13 del 3GPP.
LTE-M ofrece cobertura extendida (eC Coverage Enhancement) hasta 20 dB más que 3G, ideal para entornos rurales, con PSK (Power Saving Mode) para baterías de larga duración. NB-IoT, por su parte, soporta hasta 50.000 dispositivos por celda y modos de transmisión como in-band o guard-band, liberando espectro de 2G. En España, sectores como la agricultura y la logística, con más de 10 millones de dispositivos IoT conectados según IDC, enfrentarán costos de reemplazo estimados en 500 millones de euros.
Desde la ciberseguridad, el IoT en 2G/3G es susceptible a ataques como Mirai, que explota credenciales débiles. La transición a 5G mMTC incorpora seguridad por diseño, con PKI (Public Key Infrastructure) para autenticación de dispositivos y blockchain para trazabilidad en cadenas de suministro, aunque su implementación requiere estándares como Matter para interoperabilidad.
- Beneficios: Mayor eficiencia energética (hasta 10 años de batería en NB-IoT) y latencia reducida para aplicaciones críticas.
- Riesgos: Obsolescencia de legacy devices; necesidad de firmware updates seguros para evitar inyecciones durante la migración.
- Mejores prácticas: Uso de eSIM (embedded SIM) para provisioning remoto y certificados X.509 para encriptación.
Marco Regulatorio y Operativo
El marco regulatorio en España se sustenta en la Ley General de Telecomunicaciones (Ley 9/2014) y el Real Decreto 346/2014 sobre gestión del espectro. La CNMC, en colaboración con la SETSI (Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales), impondrá sanciones por incumplimiento de plazos, con multas de hasta 20 millones de euros. A nivel europeo, la Directiva (UE) 2018/1972 establece principios de neutralidad tecnológica y acceso universal.
Operativamente, los operadores deben notificar a usuarios con dispositivos no compatibles, ofreciendo subsidios para upgrades. Programas como el Kit Digital del PRTR financiarán la digitalización de PYMES afectadas, integrando ciberseguridad mediante NIS2 (Network and Information Systems Directive 2), que obliga a reportar incidentes en telecomunicaciones.
En términos de beneficios, el apagado liberará hasta 200 MHz de espectro, potenciando el PIB digital en un 1.5% anual según proyecciones de la Comisión Europea. Sin embargo, desafíos incluyen la brecha digital en zonas rurales, donde la cobertura 5G es solo del 40%, requiriendo inversiones en small cells y satélites LEO (Low Earth Orbit) como Starlink para complementariedad.
Análisis de Riesgos y Estrategias de Mitigación
Los riesgos principales incluyen interrupciones de servicio durante el refarming, potencialmente afectando a 5-10% de usuarios legacy. Para mitigarlos, se recomiendan simulaciones con herramientas como NS-3 (Network Simulator 3) para modelar tráfico y optimizar handovers. En ciberseguridad, la segmentación de redes mediante VPC (Virtual Private Cloud) en proveedores como AWS o Azure previene propagación de amenazas.
Otra área crítica es la cadena de suministro de hardware: módulos 2G/3G chinos han sido vectores de backdoors, como reportado por el NIST (National Institute of Standards and Technology). España debe adoptar evaluaciones SBOM (Software Bill of Materials) para componentes críticos, alineándose con el Cyber Resilience Act de la UE.
Finalmente, la integración de IA en la gestión de redes, mediante algoritmos de predictive analytics, permitirá anticipar fallos y optimizar el espectro dinámicamente, usando reinforcement learning para asignación de recursos en 5G.
Conclusión
La hoja de ruta para el apagado de redes 2G y 3G en España no solo moderniza la infraestructura de telecomunicaciones, sino que fortalece la resiliencia cibernética ante amenazas emergentes. Al priorizar la transición a 4G y 5G, se abren oportunidades para innovación en IoT, IA y servicios digitales, siempre que se gestionen adecuadamente los riesgos de obsolescencia y disrupción. Esta iniciativa posiciona a España como líder en la Unión Europea en conectividad segura y eficiente, contribuyendo a una economía digital sostenible. Para más información, visita la fuente original.

