El Modelo de Preponderancia en Telecomunicaciones: Un Enfoque Regulador Agotado en la Era de las Tecnologías Emergentes
Introducción al Marco Regulatorio de Preponderancia
En el sector de las telecomunicaciones, el modelo de preponderancia representa un mecanismo regulatorio diseñado para mitigar los efectos de la concentración de mercado y promover la competencia efectiva. Implementado en México a través de la reforma constitucional de 2013 y las disposiciones del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), este modelo identifica a los agentes económicos con poder sustancial en el mercado y les impone obligaciones asimétricas, tales como la interconexión obligatoria, el desagregado de redes y el control de precios. Sin embargo, expertos en regulación y tecnología afirman que este enfoque está agotado, incapaz de adaptarse a las dinámicas actuales de la industria, caracterizadas por la convergencia tecnológica, la expansión de la banda ancha y la integración de inteligencia artificial (IA) en las infraestructuras de red.
El concepto de preponderancia se basa en criterios cuantitativos, como una participación de mercado superior al 50% en términos de usuarios, ingresos o capacidad de red. En el caso mexicano, América Móvil, controladora de Telcel y Telmex, fue declarada agente preponderante en 2014, lo que derivó en medidas como la compartición de espectro y la obligación de ofrecer servicios mayoristas. Estas regulaciones han logrado avances en la penetración de servicios móviles, alcanzando cerca del 90% de la población en 2023, según datos del IFT. No obstante, el modelo no anticipó la acelerada evolución hacia redes 5G, el despliegue de fibra óptica para fixed broadband y la intersección con tecnologías emergentes como el blockchain para la gestión de espectro y la IA para la optimización de tráfico de datos.
Limitaciones Técnicas del Modelo Actual
Desde una perspectiva técnica, el modelo de preponderancia se centra en métricas estáticas que no capturan la complejidad de las redes modernas. Por ejemplo, la definición de mercado relevante se limita a servicios de voz, datos móviles y fijos, ignorando la convergencia con servicios over-the-top (OTT) como los proporcionados por plataformas de streaming o videollamadas basadas en IP. Esto genera distorsiones en la evaluación de la competencia, ya que agentes no tradicionales, como Google o Meta, compiten directamente en el ecosistema digital sin someterse a las mismas obligaciones regulatorias.
Una limitación clave radica en la regulación de la interconexión. Bajo el artículo 64 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR), los preponderantes deben ofrecer puntos de interconexión a tarifas reguladas, basadas en costos de largo plazo más un retorno razonable. Sin embargo, con la migración a arquitecturas basadas en software-defined networking (SDN) y network function virtualization (NFV), las redes se vuelven más dinámicas y escalables. Estas tecnologías permiten la orquestación automatizada de recursos, lo que hace obsoleta la noción fija de “puntos de interconexión físicos”. Expertos argumentan que el modelo no incentiva la adopción de SDN, ya que las obligaciones asimétricas desalientan inversiones en innovación por parte de los preponderantes, temiendo que tales avances fortalezcan su posición dominante.
Además, el control de precios para servicios mayoristas, implementado mediante metodologías como el modelo de costos bottom-up, no considera la volatilidad de los mercados de espectro. En México, el espectro radioeléctrico se asigna mediante subastas, pero la preponderancia impone restricciones en su uso, como la obligación de compartir el 50% de las bandas adquiridas. Con la llegada del 5G, que requiere bandas de alta frecuencia (mmWave) para velocidades superiores a 1 Gbps y latencias inferiores a 1 ms, este esquema limita la eficiencia espectral. Según el informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de 2022, las redes 5G demandan una gestión dinámica del espectro mediante técnicas como el spectrum sharing y el cognitive radio, las cuales no están alineadas con las regulaciones estáticas del modelo mexicano.
Implicaciones en la Despliegue de Infraestructuras 5G y Banda Ancha
El agotamiento del modelo de preponderancia se evidencia en los desafíos para el despliegue de 5G. En México, el avance en esta tecnología ha sido lento, con cobertura limitada al 20% de la población en 2023, comparado con el 70% en países como Corea del Sur. La preponderancia de América Móvil ha resultado en una concentración del 70% del espectro asignado para 5G, lo que, bajo las reglas actuales, obliga a compartirlo con competidores como AT&T y Telefónica. Esta compartición, aunque promueve la inclusión, genera ineficiencias técnicas: la coordinación de interferencias en bandas compartidas requiere protocolos avanzados como el 3GPP Release 16, que no son plenamente soportados por las regulaciones locales.
En el ámbito de la banda ancha fija, el desagregado de la última milla (LLU) es un pilar del modelo. Telmex, como preponderante, debe permitir a otros operadores acceder a su red de cobre y fibra para ofrecer servicios DSL o FTTH. Sin embargo, con la transición global hacia redes all-IP y el retiro progresivo del cobre (copper sunset), esta obligación se vuelve contraproducente. La fibra óptica, con capacidades de hasta 100 Gbps por par, requiere inversiones masivas que los preponderantes evitan debido a las tarifas reguladas, que no cubren el costo total de capital (CAPEX). Un estudio del Banco Mundial de 2021 indica que en mercados con regulaciones asimétricas rígidas, la penetración de FTTH es un 30% inferior a la media global.
La integración de IA en las telecomunicaciones agrava estas limitaciones. Algoritmos de machine learning se utilizan para predecir fallos en redes (predictive maintenance) y optimizar el enrutamiento de tráfico (traffic engineering). En un entorno de preponderancia, los datos generados por estas IA quedan silenciados por preocupaciones antimonopolio, impidiendo el intercambio de información que podría mejorar la resiliencia colectiva de la red. Por instancia, federated learning, una técnica de IA distribuida, podría permitir a operadores colaborar en modelos predictivos sin compartir datos crudos, pero el modelo actual no lo facilita, priorizando la segregación en lugar de la cooperación técnica.
Riesgos Operativos y de Seguridad Asociados
Desde el punto de vista de la ciberseguridad, el modelo de preponderancia introduce riesgos significativos. Las obligaciones de interconexión obligatoria crean vectores de ataque ampliados, ya que los preponderantes deben exponer interfaces API y puntos de acceso a terceros. En México, incidentes como el ciberataque a Telcel en 2022, que afectó a millones de usuarios, resaltan la vulnerabilidad de redes compartidas. La regulación no incorpora estándares como los del NIST Cybersecurity Framework adaptados a telecom, ni obliga a auditorías regulares de seguridad en interconexiones.
La concentración de mercado inherente a la preponderancia también centraliza riesgos. Un fallo en la red de un operador dominante puede propagarse sistémicamente, como en el outage de 2021 que dejó sin servicio al 60% del tráfico nacional. Tecnologías emergentes como el blockchain podrían mitigar esto mediante contratos inteligentes (smart contracts) para la gestión segura de interconexiones y el trazado de transacciones de datos, asegurando integridad y no repudio. Sin embargo, el marco actual no incentiva su adopción, ya que las obligaciones asimétricas priorizan el control regulatorio sobre la innovación descentralizada.
En términos de privacidad de datos, la LFTR exige a los preponderantes anonimizar información de usuarios, pero con el auge del edge computing en 5G, donde el procesamiento de datos ocurre en nodos distribuidos, esta exigencia se complica. Regulaciones como el RGPD en Europa integran principios de privacy by design, pero en México, el modelo de preponderancia no evoluciona hacia marcos similares, exponiendo a usuarios a brechas en la protección de datos personales bajo la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares (LFPDPPP).
Beneficios y Desafíos de la Competencia en el Ecosistema Actual
A pesar de sus limitaciones, el modelo ha generado beneficios en la promoción de competencia. La entrada de operadores móviles virtuales (OMV) como FreedomPop y Weex, que utilizan la red de preponderantes, ha incrementado la oferta de servicios prepago asequibles, reduciendo el precio promedio por GB de datos de 5 USD en 2013 a 1.5 USD en 2023. Técnicamente, esto ha impulsado la adopción de eSIM y multi-SIM, facilitando la movilidad de usuarios y la optimización de espectro mediante carrier aggregation.
Sin embargo, los desafíos superan los beneficios en la era digital. La convergencia de telecom con IT demanda un enfoque regulatorio basado en plataformas, similar al Digital Markets Act (DMA) de la Unión Europea, que clasifica a “gatekeepers” por criterios dinámicos como el número de usuarios finales y la interoperabilidad. En México, expertos proponen transitar a un modelo de “simetría regulada”, donde todas las entidades con poder de mercado significativo cumplan estándares mínimos de competencia, independientemente de su tamaño.
- Adopción de métricas dinámicas: Incorporar indicadores como el Herfindahl-Hirschman Index (HHI) ajustado por innovación tecnológica para evaluar preponderancia anualmente.
- Incentivos a la inversión: Reformas fiscales para deducciones en CAPEX de 5G y FTTH, condicionadas a metas de cobertura en zonas rurales.
- Integración de tecnologías emergentes: Obligaciones para el uso de IA en monitoreo de calidad de servicio (QoS) y blockchain en subastas de espectro, alineadas con estándares ITU-R.
- Enfoque en ciberseguridad: Mandatos para certificaciones como ISO 27001 en interconexiones y simulacros anuales de ciberataques coordinados por el IFT.
Perspectivas Internacionales y Lecciones Aplicables
Comparativamente, países como Brasil han evolucionado más allá de modelos de preponderancia hacia regulaciones de neutralidad de red y gestión compartida de espectro. La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) implementa el marco de “competencia ex ante”, que anticipa abusos mediante análisis predictivos basados en big data. En contraste, el IFT se adhiere a un enfoque reactivo, lo que retrasa respuestas a fusiones como la potencial adquisición de espectro por parte de nuevos entrantes.
En Asia, China Mobile, declarado operador dominante, opera bajo regulaciones que fomentan la colaboración estatal-privada para 5G, resultando en una cobertura del 95% en 2023. Lecciones para México incluyen la creación de fondos de espectro compartido, financiados por contribuciones de preponderantes, para subsidiar despliegues en áreas subatendidas. Además, la integración de IA en la regulación, como herramientas de análisis de mercado automatizado, podría modernizar el proceso de declaración de preponderancia.
Desde la óptica de blockchain, iniciativas como el proyecto de la GSMA para tokenización de espectro permiten transacciones seguras y trazables, reduciendo disputas en comparticiones. En México, adoptar tales protocolos requeriría enmendar la LFTR para reconocer activos digitales en telecom, alineándose con la Ley Fintech de 2018.
Análisis de Casos Prácticos en México
El caso de América Móvil ilustra el agotamiento del modelo. A pesar de las regulaciones, su dominio en fibra óptica (controlando el 80% de la infraestructura pasiva) ha limitado la competencia en servicios de alta velocidad. Proyectos como CFibre, una joint venture para despliegue mayorista, representan intentos de simetría, pero carecen de enforcement regulatorio robusto. Técnicamente, CFibre utiliza GPON (Gigabit Passive Optical Network) para entregar hasta 2.5 Gbps simétricos, pero su adopción es lenta debido a disputas sobre tarifas de acceso.
Otro ejemplo es la asignación de la banda de 2.5 GHz en 2022, donde el preponderante adquirió el 60% del lote, obligando a compartirlo. Esto generó complejidades en la implementación de MIMO masivo (Multiple Input Multiple Output), esencial para 5G, ya que la coordinación de beamforming requiere acuerdos técnicos detallados no previstos en las reglas de preponderancia.
En ciberseguridad, el incidente de ransomware en proveedores de Telmex en 2023 expuso debilidades en la cadena de suministro, destacando la necesidad de regulaciones que exijan zero-trust architecture en redes compartidas. Herramientas como SIEM (Security Information and Event Management) integradas con IA podrían detectar anomalías en tiempo real, pero el modelo actual no las prioriza.
Propuestas para una Reforma Regulatoria Integral
Para revitalizar el sector, se requiere una reforma que incorpore principios de agilidad regulatoria. Esto implica:
- Actualización de la LFTR para incluir mercados digitales emergentes, como IoT y edge computing, definiendo preponderancia en términos de control de datos y plataformas.
- Creación de un sandbox regulatorio para probar innovaciones como redes privadas 5G y aplicaciones de blockchain en roaming internacional.
- Colaboración con organismos internacionales: Alineación con el ITU-T para estándares de IA en QoS y con la GSMA para directrices de ciberseguridad en 5G.
- Evaluación de impacto ambiental: Considerar el consumo energético de 5G (hasta 3 veces mayor que 4G) en las obligaciones de preponderantes, promoviendo eficiencia mediante green networking.
Expertos del IFT y la OCDE recomiendan un período de transición de 5 años, durante el cual se gradúen las obligaciones asimétricas basadas en logros en competencia, medidos por KPIs como el precio por Mbps y la latencia media.
Conclusión: Hacia un Futuro Competitivo y Tecnológicamente Avanzado
El modelo de preponderancia, aunque instrumental en la democratización inicial de las telecomunicaciones en México, se encuentra agotado ante las demandas de la transformación digital. Su rigidez técnica impide la plena explotación de 5G, IA y blockchain, perpetuando riesgos de ciberseguridad y limitando la inversión en infraestructuras críticas. Una reforma orientada a la simetría dinámica, con énfasis en innovación y colaboración, es esencial para posicionar al país en la vanguardia global. Al adoptar marcos regulatorios adaptativos, México puede fomentar un ecosistema donde la competencia impulse no solo la accesibilidad, sino también la resiliencia y la sostenibilidad tecnológica. Para más información, visita la fuente original.

