Ocho meses después del anuncio de Maduro sobre retomar el uso de criptomonedas: ¿cuál ha sido el avance?

Ocho meses después del anuncio de Maduro sobre retomar el uso de criptomonedas: ¿cuál ha sido el avance?

Venezuela y su adopción de un sistema multimoneda con criptoactivos: Análisis técnico

En agosto de 2024, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la implementación de un sistema monetario “multimoneda”, en el que se incluirían criptoactivos como parte de la estrategia económica del país. Este enfoque plantea interrogantes técnicas, regulatorias y operativas sobre cómo funcionaría dicha integración en un contexto de alta volatilidad económica y restricciones internacionales.

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Contexto y antecedentes técnicos

Venezuela ha experimentado previamente con criptomonedas, destacando el lanzamiento del Petro en 2018, una criptomoneda respaldada por reservas petroleras. Sin embargo, su adopción fue limitada debido a problemas de transparencia, falta de confianza y sanciones internacionales. El nuevo enfoque multimoneda sugiere una integración más amplia de activos digitales junto con monedas tradicionales, lo que requeriría:

  • Infraestructura tecnológica robusta para soportar transacciones híbridas (fiat y crypto).
  • Interoperabilidad entre sistemas de pago tradicionales y blockchains.
  • Mecanismos de conversión automática para reducir la fricción en transacciones diarias.

Desafíos técnicos de la implementación

La adopción de un sistema multimoneda con criptoactivos enfrenta varios obstáculos técnicos:

  • Escalabilidad: Las blockchains públicas como Ethereum o Bitcoin tienen limitaciones en throughput (transacciones por segundo), lo que podría dificultar su uso masivo en comercios.
  • Regulación y compliance: Integrar criptomonedas en un sistema financiero formal requiere frameworks AML/CFT (Anti-Money Laundering/Combating Financing of Terrorism) adaptados.
  • Interoperabilidad: Sería necesario desarrollar puentes entre las redes blockchain y los sistemas bancarios tradicionales, posiblemente usando soluciones como atomic swaps o sidechains.
  • Educación técnica: La población y las empresas necesitarían capacitación en wallets, seguridad de claves privadas y gestión de riesgos asociados a la volatilidad.

Posibles enfoques técnicos

Para que este sistema funcione, Venezuela podría considerar las siguientes estrategias:

  • CBDC (Moneda Digital de Banco Central): Una solución controlada por el gobierno, como el Digital Bolívar, interoperable con criptomonedas selectas.
  • Stablecoins: Adoptar stablecoins reguladas (como USDT o USDC) para reducir la volatilidad en transacciones cotidianas.
  • Layer 2 Solutions: Implementar redes secundarias (ej. Lightning Network para Bitcoin o Polygon para Ethereum) para agilizar pagos minoristas.
  • Smart Contracts: Automatizar conversiones entre monedas mediante contratos inteligentes en plataformas como Ethereum o Algorand.

Implicaciones de seguridad y riesgos

La inclusión de criptoactivos en un sistema monetario nacional introduce nuevos vectores de riesgo:

  • Ataques a exchanges o wallets institucionales: Venezuela tendría que fortalecer sus protocolos de seguridad cibernética para proteger reservas digitales.
  • Evasión de controles cambiarios: Las criptomonedas podrían usarse para eludir restricciones, requiriendo mecanismos de trazabilidad avanzados.
  • Centralización vs. descentralización: Un sistema multimoneda gubernamental podría chocar con la filosofía descentralizada de las criptomonedas públicas.

Conclusión

El anuncio de Venezuela representa un experimento audaz en política monetaria digital, pero su éxito dependerá de soluciones técnicas robustas en escalabilidad, interoperabilidad y seguridad. Aunque países como El Salvador han adoptado Bitcoin como moneda legal, el enfoque multimoneda venezolano es más complejo al integrar múltiples activos digitales y tradicionales. Su implementación requerirá colaboración entre entidades gubernamentales, desarrolladores blockchain y el sector privado para superar los desafíos técnicos y regulatorios.

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