“El 69% de las vulnerabilidades críticas y de alta gravedad no son corregidas por las organizaciones”

“El 69% de las vulnerabilidades críticas y de alta gravedad no son corregidas por las organizaciones”

El 69% de las vulnerabilidades críticas y de alta severidad no son parcheadas por las organizaciones

Un reciente estudio revela que las organizaciones solo están abordando el 69% de sus vulnerabilidades más graves, dejando un 31% sin mitigar. Esta brecha expone a empresas y entidades a riesgos significativos de ciberataques, incluyendo filtraciones de datos, ransomware y compromisos de sistemas críticos.

Panorama actual de la gestión de vulnerabilidades

Las vulnerabilidades críticas y de alta severidad (CVSS ≥ 7.0) representan las amenazas más urgentes para la seguridad informática. Según los datos analizados:

  • El 31% de estas vulnerabilidades no reciben parches oportunos.
  • Los tiempos de remediación exceden frecuentemente los plazos recomendados por organismos como CISA o MITRE.
  • Las vulnerabilidades en sistemas heredados y aplicaciones personalizadas presentan las tasas más bajas de corrección.

Causas técnicas del problema

Varios factores técnicos contribuyen a esta situación:

  • Complejidad de los entornos IT: Arquitecturas híbridas (cloud/on-premise) dificultan la visibilidad integral.
  • Dependencias de terceros: Componentes de código abierto con vulnerabilidades no documentadas.
  • Limitaciones de recursos: Equipos de seguridad sobrecargados priorizan falsos positivos en herramientas de escaneo.
  • Problemas de compatibilidad: Parches que afectan funcionalidades críticas del negocio.

Implicaciones de seguridad

Las consecuencias de no remediar vulnerabilidades críticas incluyen:

  • Exposición a exploits conocidos catalogados en bases de datos como CVE o NVD.
  • Mayor superficie de ataque para amenazas persistentes avanzadas (APT).
  • Incumplimiento de regulaciones como GDPR, HIPAA o PCI-DSS.
  • Pérdidas financieras promedio de $4.45 millones por brechas de datos (según IBM Security).

Mejores prácticas técnicas para mitigación

Las organizaciones pueden mejorar su postura de seguridad mediante:

  • Implementación de programas continuos de gestión de vulnerabilidades (VM).
  • Automatización de parches usando soluciones como WSUS, SCCM o herramientas de gestión unificada de endpoints.
  • Priorización basada en criterios técnicos: CVSS, EPSS (Exploit Prediction Scoring System) y contexto empresarial.
  • Segmentación de redes para contener posibles brechas.
  • Monitoreo continuo con soluciones EDR/XDR para detectar intentos de explotación.

Tecnologías emergentes como solución

Nuevos enfoques tecnológicos están ayudando a abordar este desafío:

  • Plataformas de correlación de amenazas que integran datos de múltiples fuentes (SIEM avanzados).
  • Machine Learning para predecir qué vulnerabilidades tienen mayor probabilidad de ser explotadas.
  • SOAR (Security Orchestration, Automation and Response) para acelerar los flujos de trabajo de remediación.
  • Servicios gestionados de parcheo (MPS) para organizaciones con recursos limitados.

La situación actual demuestra que, pese a los avances en herramientas de seguridad, persisten desafíos operacionales en la implementación efectiva de parches. Las organizaciones deben adoptar estrategias técnicas más proactivas para reducir su exposición a amenazas conocidas.

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