Nueva oleada de ciberataques mediante extensiones de navegador y herramientas legítimas
En los últimos meses, actores maliciosos han intensificado el uso de extensiones de navegador y herramientas de sistema confiables como vectores de ataque para comprometer entornos empresariales. Esta técnica, conocida como “living-off-the-land” (LotL), aprovecha aplicaciones legítimas para evadir detección y desplegar malware avanzado.
Mecanismos de infección
Los atacantes emplean estrategias sofisticadas para distribuir malware:
- Extensiones de navegador maliciosas: Se publican en tiendas oficiales (Chrome Web Store, Firefox Add-ons) con funcionalidad aparentemente legítima.
- Hijacking de extensiones populares: Comprometen cuentas de desarrolladores para inyectar código malicioso en actualizaciones.
- Abuso de herramientas del sistema: Utilizan PowerShell, WMI o PsExec para ejecutar cargas maliciosas.
Técnicas de evasión
Estos ataques destacan por su capacidad para evitar soluciones de seguridad tradicionales:
- Firma digital válida: Muchas extensiones comprometidas mantienen certificados auténticos.
- Comportamiento legítimo inicial: El malware permanece inactivo hasta recibir comandos remotos.
- Uso de protocolos cifrados: Comunicación C2 mediante DNS-over-HTTPS o canales HTTPS legítimos.
Impacto empresarial
Las consecuencias para organizaciones incluyen:
- Robo de credenciales y datos sensibles mediante keyloggers integrados.
- Propagación lateral dentro de la red corporativa.
- Acceso persistente mediante backdoors ocultos en procesos legítimos.
Medidas de mitigación
Para contrarrestar esta amenaza, se recomienda:
- Implementar políticas de whitelisting para extensiones de navegador.
- Monitorear actividad anómala en herramientas administrativas (PowerShell, WMI).
- Segmentar redes para limitar movimiento lateral.
- Adoptar soluciones EDR con capacidades de behavioral analysis.
Esta tendencia subraya la necesidad de adoptar enfoques de seguridad Zero Trust y reforzar la supervisión de herramientas consideradas seguras. La combinación de controles técnicos y concienciación del usuario sigue siendo fundamental para prevenir estos ataques.